La vida nos hizo parar sin
poder evitarlo. Todos inevitablemente sufrimos por este encierro involuntario,
en mayor o menor medida.
Desde el club de patinaje
nos preocupamos por nuestros niños y niñas de patinaje y danza, que estaban en
sus casas encerrados y no podían ni verse entre ellos. Como no podía ser de
otra manera, nos pusimos manos a la obra. Tras mucho pensar cuál podía ser la
mejor manera de hacerlo, concebimos un proyecto. Con un único objetivo,
ayudarles a llevarlo de la mejor manera posible.
Organizamos clases on line
monotorizadas, de danza con Rubén y de preparación física con Aida.
Pero la primera iniciativa
sobresalió sobre todas las demás, los Retos. En estos retos que se proponían
cada día, tenían que usar imaginación e ingenio para superarlos, compartiendo
con nosotros momentos muy divertidos.
Estos retos se fueron
haciendo más elaborados y más espaciados con el avance de la desescalada.
En
uno de ellos, cada niño representó una obra emblemática, y así creamos nuestra
galería de arte particular gracias a una mamá que se encargó de editar las
fotografías
Un mundo de obras de arte
viviente se abrió paso ante nuestros ojos, reflejando toda la creatividad que
llevan dentro.
Y llegó el 17 de mayo, día
del Patín, como no podía ser de otra manera los niños compartieron con nosotros
videos de sus últimas actuaciones. Además expresaron lo que para ellos
significa y lo que les aporta a nivel personal y de equipo. Hubo algunas partes
que reflejan sensaciones y vivencia, son excepcionales y queremos compartirlas,
con los que no las habéis escuchado:
-“A mí me gusta el
patinaje porqué mi sueño siempre fue volar y patinar es algo parecido…”
Adriana.
-“…me hace sentir libre…”
Alba.
-“…me siento bien y libre,
para mí el patinaje es el mejor momento del día…” Anaïs.
-“Una de las cosas que más
me gusta es que te puedes expresar…” Noa.
-“…reto de superación y
aprendizaje diario…” Oscar.
-“Sin el patinaje no sería
yo…porqué es mi vida…” Paloma.
-“El patinaje me ha
cambiado la vida…” Uxía.
-“Cuando salgo a la pista
me olvido de todo lo que hay alrededor y me salen los pasos sin pensar, me
siento segura y feliz…” Zaira
Muchos mensajes nos llenaron
el alma y estamos muy orgullosos de nuestros patinadores y patinadoras, esta es
una pequeña muestra de los que nos han dicho. Todos tienen un motivo
maravilloso para dar cada día lo mejor de sí mismos.
Pero los entrenadores
también han compartido con todos nosotros interesantes reflexiones, como la de
Jorge:
“Quiero compartir una frase que me ha marcado
como patinador y sobre todo como entrenador y es nunca olvidar una regla, que
es la de las tres ces- cabeza, corazón y coraje…”
O la de Aida que coincide
con la de varias niñas:
“Todo niño tiene un sueño,
volar, esa es la sensación que tengo cada vez que me pongo los patines…”
También participaron las
profes Marta Román : “Patinar es más que un deporte, es una filosofía de
vida…define lo que fui y lo que soy...” Marta Eijo: “Libertad, pasión, evasión,
desahogo, compañerismo, superación, emoción…patinar una vida sobre ruedas. Y
Arantxa: “He vivido experiencias únicas que me han hecho ser lo que soy..., en
el patinaje todo suma si se hace desde el corazón”
Maravillosas en cualquier ámbito de nuestras
vidas, gracias por compartirlas con nosotros.
El día del libro el reto
fue precisamente eso, nos mostraran los libros que de alguna manera los
marcaron, para que otros niños puedan disfrutar de esas maravillosas lecturas,
que nos transportan a cualquier lugar o situación, por insólita que parezca.
Hubo muchos retos, bailar,
patinar, gimnasia, ballet, hasta los rollos de papel higiénico acompañaron a
algunos de ellos.
Salir a la calle de nuevo
nos permitió poder organizar un acto muy especial, recoger alimentos para el
Banco de alimentos de Vigo. Directiva, padres y niños colaboramos conjuntamente
en el último reto, para recaudar en 15 días la mayor cantidad de alimentos
posible. Este sería nuestro último reto, por cierto muy especial.
Una mamá creó un cartel,
dónde pusimos el nombre y el porqué de la recaudación. Cada familia lo depositó
junto con una caja, adornada con mucho cariño y creatividad, en los portales de
sus casas y de sus negocios.
La respuesta fue
extraordinaria, los vecinos hicieron importantes donaciones y escribieron
cartas felicitando y apoyando la iniciativa. Indudablemente vivimos en un país
generoso y altruista que cuando lo necesita se mantiene unido.
Recogimos sobre 400 kilos
de comida, sin contar los que no pudieron entregarse en fecha por encontrase
fuera de la ciudad y que irán llegando a lo largo de los próximos días, para
entregar al Banco de alimentos.
Cada día los niños se
superaron a sí mismos, colaborando como uno más y demostrando de esta manera
que ser altruistas no tiene edad. Vimos en sus rostros ilusión, pasión,
alegría. En sus actos humanidad, generosidad, nobleza. Y siempre el espíritu de
colaboración que desde sus familias y el Olivo pretendemos cultivar.
El 6 de junio, dimos por
terminada la recaudación con un acto presencial. No pudo haber mejor colofón,
para acabar esta iniciativa con nuestros niños.
Sé que todos disfrutamos
de esta experiencia y que nos enriqueció sobre todo como la gran familia que somos
y seremos siempre.